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Mostrando las entradas de 2024

No 110 "La Danza de las Sombras"

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 En nuestro paso por la vida, se entrelazan hilos de contrastes, tejiendo una narrativa de dualidades que define nuestra experiencia humana. El silencio, enigmático y multifacético, se manifiesta en dos formas distintas: una que oprime el espíritu, sofocando la vitalidad y ahogando las aspiraciones; y otra que nutre el alma, restaura el equilibrio interno y armoniza nuestro ser con el cosmos. El agotamiento, compañero constante en el viaje de la vida, también presenta dos caras. Una de ellas es monótona y estéril, desprovista de propósito; la otra, aunque igualmente fatigosa, está impregnada de significado, fecunda en sus resultados y rica en satisfacción. La soledad, por su parte, se bifurca en dos senderos: uno conduce a la destrucción, capaz de corroer incluso en compañía; el otro, ya sea transitado en solitario o acompañado, edifica el carácter, fomenta la planificación y reaviva el espíritu. En el ámbito laboral, se presentan dos vertientes: una forma de trabajo encadena y mut...

No 109 "Forjando el Ser en la Tempestad"

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 Cicatrices del Viento A veces, la vida se asemeja a una sinfonía de hojas secas arrastradas por el viento, cambiando de curso sin previo aviso. Intentas esquivar sus remolinos, pero la corriente sigue tus pasos. Cada desvío lleva a un nuevo torbellino, un vals sin fin bajo un cielo plomizo. Esta danza inquietante, lejos de ser un fenómeno externo, surge de lo más profundo de tu ser. Esta tempestad, al final, eres tú. Es un torbellino que nace en tu interior, un reflejo de tus propias luchas y anhelos. La única opción es enfrentarlo, sumergirte en su caos con los sentidos protegidos, avanzando paso a paso a través de su desorden. En su núcleo, no hay sol ni luna, ni norte ni sur; solo una vasta extensión de polvo gris que flota, como cenizas de memorias olvidadas, en el vacío del horizonte. Imagínate una tormenta así. Te abrirás camino, sin duda. La feroz tormenta de polvo que es tanto metafísica como simbólica. A pesar de su naturaleza abstracta, sus vientos serán crueles, desgarr...

No 108 El Camino del Despertar

 Hay momentos en que el espíritu se desprende de sus ataduras terrenales, como una hoja que el viento otoñal arranca suavemente del árbol. En esos instantes de claridad cristalina, cuando el mundo exterior se disuelve en la niebla del amanecer, comenzamos a percibir la verdadera naturaleza de nuestra existencia: somos al mismo tiempo el buscador y lo buscado, el peregrino y el camino. La sabiduría no llega como un relámpago que ilumina súbitamente el firmamento de nuestra consciencia. Se filtra lentamente, como el agua que se cuela entre las grietas de una roca milenaria, transformando nuestra esencia con la paciente persistencia de los elementos eternos. Cada despertar es un pequeño nacimiento, cada comprensión una muerte diminuta de lo que creíamos ser. En el silencio del bosque interior, donde los pensamientos caen como hojas marchitas sobre el suelo húmedo de la consciencia, encontramos las huellas de todos los que hemos sido. Son rastros apenas visibles, como las marcas que de...

No 107 La Danza Eterna de la Existencia Dual

¿Por qué debemos sufrir en esta existencia dual, esta vida tanto celestial como terrenal, que en el firmamento es pura y vigorosa, pero aquí en el suelo, vez tras vez, es desgarrada, inundada y traicionada? Cada vida humana es un milagro sagrado, y al mismo tiempo, terriblemente frágil por su propia vulnerabilidad, predestinada a enfrentar tanto el dolor como la dicha. En este vasto escenario de la vida, nos encontramos atrapados en una danza eterna de opuestos que se entrelazan en un equilibrio delicado. Nuestra existencia es divina y sublime en su esencia, pero en nuestro plano terrenal es constantemente maltratada, ahogada e incapaz de encontrar la protección y el cuidado que tanto necesita y merece. Somos criaturas de la dualidad, navegando entre lo finito y lo infinito, entre lo tangible y lo etéreo, en busca de sentido y propósito. La luz y la oscuridad, la alegría y la tristeza, la esperanza y la desesperación, todos juegan su papel en este ballet cósmico. Sin embargo, si aspira...

No 106 "Deudas conmigo mismo"

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  "Deudas conmigo mismo" Me debo un viaje al interior, una travesía por los laberintos de mi alma. Un peregrinaje para rescatar los sueños que he dejado a la deriva, aquellos que, como barcos sin rumbo, se perdieron en la bruma de la vida cotidiana. Me debo las noches en vela, no para resolver enigmas del mundo, sino para dialogar con las estrellas y encontrar en su inmensidad un reflejo de mi propia alma. En el silencio de la noche, cuando las estrellas parecen susurrar secretos cósmicos, me encuentro frente al espejo del alma, contemplando los fragmentos dispersos de mi ser. La soledad, esa compañera fiel e implacable, me envuelve como un manto de posibilidades infinitas. Me debo a mí mismo, pienso, mientras el universo gira indiferente a mis cavilaciones. Me debo ese viaje introspectivo, esa odisea por los rincones inexplorados de mi conciencia. ¿Acaso no somos todos viajeros en busca de nuestro verdadero yo, perdido en el laberinto de expectativas ajenas y miedos heredado...

No 105 "Vivir: La Decisión Final"

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 "La Llave de la Felicidad Perdida" Me dedico lo que me queda de vida, sin saber si será mucho o poco, pero con la certeza de que cada instante es mío, y en ese reclamo silencioso me regalo lo más valioso: la fidelidad a mí mismo. Ya no permito que nadie corrompa la calma que, con tanto esfuerzo, he forjado con mis decisiones. He dejado atrás la angustia de los días en que renegaba de mis propios años, esos que me dejaron oscuras ojeras y noches en vela. Nadie supo nunca el peso de esas preguntas que me asfixiaban, el porqué de tantas cosas que, con el paso del tiempo, aprendí que debían suceder porque sí, porque estaban destinadas a enseñarme. Hoy me dedico las canciones que una vez trajeron a alguien a mi memoria, pero ahora no lloro esas ausencias. No hay una fila larga de arrepentimientos, ya no me atormento con la incertidumbre de si ganaría o perdería. Me permito abrir una botella de vino sin razón alguna para brindar, porque a veces, la única compañía que necesito es l...

No 104 "La Marcha de los Instantes: La Fila Infinita"

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 Cada minuto alguien deja este mundo atrás, y sin que lo sepamos, nos encontramos en una fila invisible, una fila que no pregunta, no avisa y no discrimina. Es un desfile silencioso en el que todos participamos, un viaje sin retorno, donde el tiempo parece detenerse en la encrucijada del misterio y la inevitabilidad. No sabemos cuántos pasos nos separan del final de esta marcha, cuántos suspiros quedan entre la vida y la muerte, ni cuántos rostros desconocidos han caminado antes que nosotros. En esta fila, no se nos permite retroceder, ni movernos a un lado. Estamos obligados a avanzar, a seguir el ritmo incesante del paso del tiempo, aunque a veces desearíamos detenernos un instante, solo un segundo más, para saborear un poco más de la vida que, en su infinita paradoja, siempre parece insuficiente. Sin embargo, la certeza de esta marcha no debería llenarnos de temor, sino de claridad. Es precisamente en la conciencia de nuestra fragilidad donde yace la belleza, donde cada gesto ad...

No 103 "La Sabiduría de las Arrugas"

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"La Revelación del Tiempo"  Cuando somos jóvenes, nos embriaga la ilusión de perfección, esa imagen sin fisuras que proyectamos sobre aquellos a quienes amamos. Nos seduce la suavidad de lo impecable, las sonrisas sin mácula, los cuerpos sin cicatrices, las promesas sin sombras. Creemos que el amor es un santuario donde no entra el dolor, un lugar donde sólo florecen los días dorados de alegría interminable. Pero los años pasan, y con ellos, las ilusiones se desgastan, como hojas arrastradas por el viento. La vida, con su lento pero constante pasar, nos enseña una verdad más profunda: no es la perfección lo que nos atrapa en las redes del amor, sino la humanidad que se oculta detrás de cada gesto, detrás de cada silencio. Cuando la juventud comienza a desvanecerse, los ojos se vuelven más sabios, y es entonces cuando comprendemos que es en las historias de lucha y superación donde reside la verdadera belleza. Las cicatrices, que antes nos parecían imperfecciones, ahora se rev...

No 102 "El Rostro Oculto del Amor: El Refugio en el Caos"

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 No digas que amas a alguien hasta haber explorado los rincones oscuros de su alma, esos que apenas se muestran bajo la luz del día. El amor verdadero no se encuentra en los momentos de júbilo ni en las risas compartidas bajo la cálida brisa de una tarde serena. Amar, realmente amar, implica contemplar el fuego de la ira en sus ojos, sin apartar la mirada, reconociendo que el volcán que se desata en su interior también es parte de su ser. Significa observar sus gestos mecánicos en la rutina, los malos hábitos que repite sin pensar, esos pequeños rituales que podrían parecer insignificantes o irritantes para cualquier otra persona, pero que, ante ti, se convierten en una parte inseparable de su esencia. El verdadero amor exige entender las creencias que otros tildarían de absurdas, las ideas que podrían parecer contrarias a toda lógica, y, aun así, sentir la necesidad de escucharlas con paciencia, porque son esas mismas creencias las que construyen los cimientos de su ser, lo que le...

No 101 "Entre Cicatrices y Sueños"

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 Y un día te das cuenta de que la vida, en su irremediable tránsito, es una danza sutil entre el ser y el no ser. Los amigos se marchan, sus voces, antes tan claras, se disuelven en el aire como las hojas que el viento de la infancia acariciaba sin esfuerzo. Ese viento que era nuestro confidente, ahora trae ecos desconocidos, arrastrando promesas que nunca se cumplen del todo. Te emocionan otras cosas, y en lugar de lágrimas, tus ojos comienzan a guardar silencios. Los amores que juraron eternidad se disuelven en los inviernos, porque la primavera ya no tiene la misma luz ni el mismo aroma. Y, sin embargo, hay una fuerza magnética que nos arrastra de vuelta al nido, donde los murmullos de nuestras palabras pierden esa chispa irreverente que solían tener. Descubres que hay abrazos capaces de remendar el alma, pero también hay distancias que hieren más que las palabras no dichas. Las cicatrices nunca terminan de cerrarse del todo; se quedan, marcando el paisaje de nuestra piel, recor...

No 100 La Metamorfosis del Alma"**

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En lo más profundo de tu ser, en ese rincón silencioso que rara vez visitas, yace una verdad ancestral: la agresión, la ira, no son más que sombras pasajeras, reflejos de un alma que ha olvidado su origen. ¿Acaso no te has preguntado, en esos momentos de furia y desdén, qué es lo que realmente buscas?  En cada explosión de rabia, en cada impulso destructivo, no hay más que una súplica desesperada por amor. Sí, amor. Ese amor que a veces parece distante, tan lejano como una estrella en el firmamento, pero que en realidad siempre ha estado contigo, esperando que lo reconozcas. El ser humano está destinado a buscar la luz, a caminar hacia ella como el girasol que gira en busca del sol. Pero cuando el alma se desvía de su camino, cuando pierde de vista la luz que la guía, nace el sufrimiento. La agresión no es más que una señal, un grito silencioso que te invita a recordar tu verdadera naturaleza. No te alejes de ese dolor, no lo rechaces. Obsérvalo. Permítele que te muestre las partes...

N0 99 “Estrellas en la Distancia”

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  En el vasto y a menudo solitario camino de la vida, hay personas que, sin saberlo y sin estar físicamente a tu lado, se convierten en faros luminosos que guían tu andar. Son esas almas que, con un abrazo sincero y una palabra sabia, logran romper los miedos, disipar los dolores y llenar de compañía las soledades más profundas. Estas personas, aunque distantes, te acompañan siempre, como si te llevaran de la mano en cada paso incierto. Son capaces de arrancarte una sonrisa en los días más grises y, en su empatía infinita, dejan escapar una lágrima por tu tristeza. Son las que, con su presencia intangible, te ofrecen el elixir de la vida, ese impulso necesario para seguir adelante en este constante ir y venir que es el camino de la existencia. En su esencia, estas personas son guardianes de tu bienestar, protectores de tu alegría y sostenes de tu esperanza. Te empujan a seguir, a no rendirte, a encontrar la belleza en cada amanecer y la paz en cada anochecer. Son las que, con su lu...

No 99 “El Peso de las Emociones Silenciosas”

 No todo el que sonríe es feliz. Esta verdad, tan simple y a la vez tan profunda, revela la complejidad de la condición humana. Vivimos en un mundo donde las apariencias a menudo engañan, donde una sonrisa puede ser una máscara que oculta un océano de tristeza. Las lágrimas en el corazón, esas que nunca llegan a los ojos, son las más dolorosas, porque son invisibles para el mundo exterior. En la sociedad actual, se nos enseña a mostrar fortaleza, a mantener una fachada de alegría y éxito, incluso cuando nuestro interior está desgarrado. La sonrisa se convierte en un escudo, una barrera que protege nuestras vulnerabilidades de la mirada ajena. Pero detrás de esa sonrisa, puede haber un alma que lucha, que sufre en silencio, que anhela comprensión y consuelo. Las lágrimas del corazón son las más sinceras, porque no buscan atención ni compasión. Son el reflejo de nuestras batallas internas, de nuestros miedos y desilusiones. Son las lágrimas que derramamos en la soledad de la noche, c...

N 97 "¿Qué habrá más allá de la muerte?”

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 ¿Qué habrá más allá de la muerte?” me pregunto a veces, con la sensación de que es un secreto que nadie está listo para revelar. En las noches de insomnio, cuando el viento susurra historias antiguas y las sombras bailan en las paredes, mi mente se adentra en ese misterio insondable. Quizás, más allá de la muerte, nos espera la paz infinita, un descanso que por fin nos libera del peso de todo lo que fuimos. Imagino un lugar donde los recuerdos se disuelven como niebla al amanecer, donde los miedos se desvanecen y el amor se convierte en una brisa suave que acaricia el alma. O tal vez, es la oscuridad eterna, un abismo donde ya no importan los recuerdos, ni los miedos, ni el amor. Un vacío que no se llena con nada, porque ya no hay nada que llenar. Pienso también en ese túnel, uno que nunca se acaba, donde avanzamos sin saber si es hacia algo o si el avance mismo es el castigo. Un viaje solitario, sin despedidas, sin certezas. En ese túnel, cada paso resuena como un eco en la etern...

No 96 "La sabiduría amarga"

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La sabiduría había llegado a él como un manto pesado, uno tejido con hilos de verdades amargas y revelaciones dolorosas, que se posaba sobre su alma con una fuerza implacable. En sus ojos, que habían visto demasiado, se reflejaba un universo de sueños rotos y esperanzas marchitas, un caleidoscopio de realidades que desafiaban la inocencia perdida de su juventud. Esta tristeza, nacida del saber excesivo, lo acompañaba como una sombra constante, recordándole que la vida no era la gran epopeya que había imaginado, sino una sucesión de pequeños, insignificantes momentos que se deslizaban entre sus dedos como arena en una tormenta. La vida, esa danza eterna que había creído grandiosa, se revelaba ahora ante él como una serie de instantes fugaces, tan efímeros que apenas dejaban huella. El amor, ese fuego que una vez había jurado eterno, no era más que una llama temblorosa en la vasta oscuridad de la noche, siempre amenazada por el viento frío de la realidad. Lo que alguna vez había sido una...

No 95 ** "La Libreta del Alma: Trazos de Resiliencia"**

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  E n algún rincón del universo, la vida se despliega como una vasta libreta de páginas interminables, donde cada ser humano plasma sus vivencias con una tinta que oscila entre el dolor y la esperanza. Es una libreta mágica, cargada de presagios y secretos, donde los dictados del destino se entrelazan con los deseos más profundos de nuestros corazones. A veces, sin darnos cuenta, nos convertimos en simples copistas de existencias ajenas, replicando patrones con la tinta azul de la conformidad, mojando el papel con lágrimas ajenas, ampliando la trama con nuestros propios borrones y tachando los errores con los perdones que solo el tiempo puede otorgar. En esa libreta, hay quienes se aferran al bolígrafo rojo, ese juez severo que llevamos dentro y que tiene el poder de rodear con círculos furiosos cada una de nuestras faltas: la falta de amor, la falta de valor, la falta de confianza. Saturan las páginas con líneas que parecen surcos en la piel, intentando retener cada lección aprend...

No 94 "Las Semillas al Viento"

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  Fue en aquellos días, cuando nuestra madre comenzó a quedarse sola, como un robusto árbol que, tras perder sus hojas, se enfrenta a la desnudez del invierno. Sus hijos, que alguna vez fueron sus ramas más queridas, se esparcieron como semillas llevadas por un viento caprichoso que los dispersó hacia destinos desconocidos. Ellos siempre se van, como se van las estaciones, sin dar aviso ni pedir permiso. Y tú, madre, permaneces en la casa grande, recogiendo con manos temblorosas los cubiertos y el mantel que tantas veces cobijó nuestras alegrías. Cada día te rebelas, impotente, ante el caos que dejaron tras de sí, esos niños que un día se irán a conquistar otros mundos, cuando su niñez, como la espuma del mar, se haya desvanecido. Los recuerdas corriendo por los pasillos de la vieja casa, como pequeños ciclones que arrasan con todo a su paso, rompiendo cristales con sus balones, inventando aventuras de piratas en el salón, llenando el portal con el bullicio de sus gritos, y lanzand...

No 93 "El Camino de la Sabiduría"

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 "Entre la Esperanza y la Fe" En la travesía de la vida, cada paso que damos está cargado de enseñanzas, aunque a veces no las comprendamos en el momento. Nada, absolutamente nada, se aleja de nuestra vida sin antes habernos dejado el aprendizaje necesario. No es el paso del tiempo lo que sana nuestras heridas, sino el proceso interno que cada uno de nosotros experimenta a lo largo de ese tiempo. Sanamos porque aprendemos, porque aceptamos, porque dejamos ir. La esperanza nos lleva a desear, la fe nos impulsa a creer, pero es la valentía la que convierte nuestros anhelos en realidad. A veces, mirando hacia atrás, nos damos cuenta de que aquellos rechazos que parecían devastadores eran, en realidad, desvíos hacia algo mejor, algo que el destino nos tenía reservado y que simplemente no podíamos ver en ese momento. Las palabras, aunque ligeras como el viento, poseen una fuerza que trasciende lo material. Una sola palabra tiene el poder de dar vida o de arrebatársela. En el silen...

No 92 "Más Allá de la Vida"

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"Lo Que Dejamos Atrás"  En los momentos tranquilos de la vida, cuando el bullicio del día a día se aquieta y el eco de nuestras acciones resuena en la soledad del pensamiento, es cuando la reflexión sobre nuestra existencia se vuelve inevitable. En esos instantes, uno se da cuenta de que la vida, con todas sus apariencias y posesiones, es una efímera ilusión. Lo que hoy parece indispensable, mañana será irrelevante; lo que hoy tiene valor, mañana se desvanecerá como el humo al viento. Cuando llegue el día en que nuestro cuerpo ya no responda, no habrá tiempo para lamentos ni arrepentimientos. Nuestros seres queridos, con el amor que siempre nos brindaron, se encargarán de realizar los últimos ritos, aquellos que marcan el fin de nuestra presencia física en este mundo. Nos quitarán la ropa que alguna vez consideramos importante, nos lavarán con respeto y nos vestirán por última vez. Nos sacarán de la casa que tanto tiempo habitamos y nos llevarán a una nueva morada, una direcc...

No 91 "Al Final del Camino"

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 "En Paz con la Vida" Cerca del final de mi viaje, cuando las sombras se alargan y el día comienza a desvanecerse, me encuentro en paz con la vida. Hoy, mirando hacia atrás, no siento amargura ni resentimiento, sino una profunda gratitud. La vida no me ofreció falsas promesas ni me condujo por senderos engañosos. No hubo en mi camino trabajos que no mereciera, ni penas que no pudiera soportar. Todo lo que enfrenté, lo hice con los ojos abiertos, consciente de que el destino era mío para esculpir. Ahora, al contemplar el largo y a veces arduo sendero recorrido, reconozco que fui yo quien diseñó cada uno de sus tramos. Si en mi copa encontré la dulzura de la miel o el amargor de la hiel, fue porque yo mismo elegí cómo saborear cada experiencia. Las rosas que adornaron mi jardín no fueron un capricho del azar, sino el fruto de los rosales que cuidadosamente planté. Así, la belleza que floreció en mi vida fue un reflejo de las semillas que, con esperanza y esmero, decidí sembrar....

No 90 "Ecos de Gratitud"

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  Vivencias de un Corazón Sereno En este tramo sereno de mi existencia, donde el ruido del mundo se apaga y solo queda lo esencial, donde las ambiciones se han desvanecido como el rocío al amanecer. No anhelo grandes riquezas ni conquistas; mi corazón se conforma con la ternura de un amor sincero y la gloriosa compañía de mis amigos. Anhelo unas cuantas sonrisas que iluminen mis días y palabras de cariño que me arrullen antes de dormir. El recuerdo dulce de aquellos que ya no están me acompaña como un susurro en el viento, recordándome la belleza efímera de la vida. Al otro lado de los cristales, deseo ver un par de árboles que se mecen con la brisa y un pedazo de cielo donde la luz y la noche se encuentren en un abrazo eterno. Busco el mejor verso del mundo y la melodía más hermosa, esas que resuenan en el alma y la elevan. Por lo demás, podría vivir de papas cocidas y dormir en el suelo, siempre que mi conciencia esté tranquila. La libertad y el espíritu crítico son tesoros ...

No 89 "Renaciendo en el ocaso: La paradoja de envejecer"

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"Espejos del alma: Reflexiones sobre el paso del tiempo"  El paso del tiempo es un camino sinuoso, lleno de piedras y baches que nos obligan a ralentizar nuestro andar. Con cada año que pasa, nos enfrentamos a la tarea de despedirnos de aquella persona que fuimos, saludando con una mezcla de curiosidad y temor a este nuevo ser en el que nos hemos convertido. Envejecer es un arte que pocos logran dominar. Requiere una valentía silenciosa para mirar al espejo y aceptar las líneas que el tiempo ha dibujado en nuestro rostro, para abrazar este cuerpo cambiante que ahora habitamos. Es un proceso de desprendimiento, de soltar las vergüenzas y los prejuicios que nos atan, de enfrentar el miedo que los años traen consigo. En este viaje, aprendemos a soltar. Dejamos ir lo que ya no nos pertenece, permitimos que se alejen aquellos cuyo camino ya no se entrecruza con el nuestro, y abrimos nuestros brazos a quienes deciden quedarse a nuestro lado. La soledad se vuelve una compañera frecu...

No 88 La Canción del Alma: Aprendiendo a Amar en la Adversidad

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 En la inmensidad del vacío, la noche se desvanecía como el éter, buscando refugio entre cielo, mar y  tierra. La soledad, antes desconocida, invadió mi alma, desmoronando el tapiz de memorias que la habitaban. En la grieta de mi conciencia, sentí el ardor de una herida viva, una inmensa ingratitud que hizo brotar lágrimas saladas sobre mi almohada. Busqué entre los cuatro puntos cardinales una señal de fe, un faro en la tormenta de mi desolación. Pero no encontré cielo que me cobijara, ni un refugio donde posar mi alma que me abrazara, ni almohadas de lana que acaricien mi rostro. Cada día se esfumaba como una ilusión perdida, mientras la lluvia caía sin cesar, un lamento fúnebre por mi corazón marchito. Anhelaba el alba, la luz que rompe la tiniebla, el calor del sol que abrigue mi alma desnuda. Soñaba con un canto de aves que despierte mi espíritu, con un abrazo que sane las cicatrices del pasado. Pero solo encontraba silencio y soledad, un eco fantasmal en el abismo de mi ...

No 87 "Sombras del Mañana: El Precio de Olvidar el Presente"

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"Huellas en el Viento: La Paradoja de Vivir sin Vivir" El filósofo contempló el horizonte con ojos cansados, como si pudiera ver más allá del tiempo y el espacio. Su voz, cascada por los años pero aún cargada de sabiduría, resonó en el aire como el eco de una verdad antigua: "Lo que más me sorprende de la humanidad", dijo con un suspiro que parecía contener toda la tristeza del mundo, "es su incesante baile con la paradoja de la existencia". Sus palabras flotaron en el aire como hojas de otoño, cayendo suavemente sobre los oídos de quienes lo escuchaban. Continuó, su voz teñida de una melancolía que solo la experiencia puede otorgar: "Veo a las personas correr, correr sin descanso, persiguiendo sombras de riqueza y poder. Sacrifican su salud, ese tesoro invaluable, en aras de acumular monedas que no podrán llevarse al otro mundo. Y cuando al fin se dan cuenta de su error, cuando sus cuerpos claman por atención, gastan todo lo que han ganado en un inte...