No 76 "Crepúsculo del Destino: Un Adiós Silente"
En el crepúsculo de su existencia, un hombre se halla en el umbral de lo eterno, enfrentándose cara a cara con la muerte. Este encuentro, marcado por el silencio de dos almas en duelo, es como el de dos espadachines en un campo de batalla invisible, uno vestido con la inevitable oscuridad, y el otro, con el manto pesado de sus recuerdos y temores. La muerte, esa figura envuelta en sombras y misterios, observa con una calma inquietante, sus ojos vacíos de emoción pero llenos de finalidad. El hombre, valiente y temeroso a la vez, titubea. En la penumbra de este momento crítico, murmura con voz quebrada: “¿Por qué yo?”. La pregunta se suspende en el aire, densa y sin respuesta. La muerte no responde; su silencio es una declaración implícita: “Porque es tu hora”. Recuerdos inundan la mente del hombre—destellos de alegrías pasadas, dolores agudos de tristezas y pérdidas, los contornos borrosos de amores que fueron y sueños que se desmoronaron ante la implacable marcha del tiempo. Se cuestio...