*No 57 “La quietud en el torbellino: El verdadero potencial del ser”
En el regazo de la quietud, donde el silencio reina y la paz parece absoluta, habita una calma ilusoria, una quietud que se desmorona ante la brisa más leve. La verdadera calma, esa que reside en el corazón del sabio, no se encuentra en la ausencia de movimiento, sino en la serenidad imperturbable ante las tormentas de la vida. Como un árbol firmemente enraizado que resiste los embates del viento, la mente serena se mantiene imperturbable en medio del caos. No busca la quietud en la ausencia de desafíos, sino que la cultiva en el fragor de la batalla, en el crisol de las adversidades. La felicidad, esa flor que florece en el jardín del bienestar, no es más que una efímera ilusión si se marchita ante el primer soplo de dificultad. La verdadera felicidad, esa que reside en el alma del fuerte, no se encuentra en la ausencia de obstáculos, sino en la capacidad de florecer en la tierra árida de la adversidad. El potencial de la mente, cual un océano sin límites, no se mide por la calm...