N 97 "¿Qué habrá más allá de la muerte?”

 ¿Qué habrá más allá de la muerte?” me pregunto a veces, con la sensación de que es un secreto que nadie está listo para revelar. En las noches de insomnio, cuando el viento susurra historias antiguas y las sombras bailan en las paredes, mi mente se adentra en ese misterio insondable.

Quizás, más allá de la muerte, nos espera la paz infinita, un descanso que por fin nos libera del peso de todo lo que fuimos. Imagino un lugar donde los recuerdos se disuelven como niebla al amanecer, donde los miedos se desvanecen y el amor se convierte en una brisa suave que acaricia el alma. O tal vez, es la oscuridad eterna, un abismo donde ya no importan los recuerdos, ni los miedos, ni el amor. Un vacío que no se llena con nada, porque ya no hay nada que llenar.

Pienso también en ese túnel, uno que nunca se acaba, donde avanzamos sin saber si es hacia algo o si el avance mismo es el castigo. Un viaje solitario, sin despedidas, sin certezas. En ese túnel, cada paso resuena como un eco en la eternidad, y la oscuridad nos envuelve como un manto pesado. Y entonces me pregunto si, al final, lo que más asusta no es lo que hay al otro lado, sino la idea de que el camino no tenga fin, ni propósito, ni sentido. Solo el silencio, y nosotros, perdidos en un laberinto de pensamientos y emociones.

En esos momentos de introspección, encuentro consuelo en las palabras de otros escritores que han explorado este mismo enigma. Isabel Allende, con su prosa mágica y evocadora, nos recuerda que la vida y la muerte están entrelazadas en un baile eterno. “La muerte no existe, hija. La gente solo muere cuando la olvidan”, escribió en Eva Luna. Tal vez, más allá de la muerte, lo que realmente importa es cómo vivimos y cómo somos recordados.

Así, en la quietud de la noche, me aferro a la esperanza de que, más allá de la muerte, nos espera algo más que el vacío. Quizás, al final del túnel, hay una luz que nos guía hacia un nuevo comienzo, un lugar donde el amor y la paz reinan eternamente. Y mientras tanto, seguimos avanzando, con la certeza de que cada paso nos acerca un poco más a ese misterio que algún día, todos descubriremos.