No. 10 "Ecos de Amor en la Sinfonía del Dolor"
En el tejido del alma, ahí está el dolor,
un abismo que desgarra con crudeza,
sus bordes, al fin, se cosen, más quedan
cicatrices que anhelan la calma.
*
Es un vacío que persiste, eterno testigo,
un eco del amor que latió con fuerza,
no temas a este dolor, ni lo suprimas,
pues es la huella de un amor ardiente,
que dejó su marca, profunda y cierta.
*
No avergüences al dolor, no lo escondas,
permítele ser, como una sombra leal,
que te enseña a valorar lo que fuiste,
y a aceptar la ausencia con valentía.
*
Escucha su lamento, siéntelo latir,
deja que se asiente en tu ser, sin prisas,
porque donde hay dolor, hubo amor,
y en esa dualidad, reside la vida.
*
No te apresures a olvidar, a ignorar,
sé un compañero del dolor en su viaje,
pues es en ese encuentro con la herida,
donde brota la semilla de la sanación.
*
Así que siéntate, acompaña al dolor,
y en su presencia, deja florecer el amor,
porque en el regazo del sufrimiento,
nace la esperanza, la paz, el renacimiento.
Hermosos los versos , sublime inspiración .
ResponderBorrarLuz Mery Montoya.
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