No 58 “Las Cicatrices de la Ausencia: Canto del Exiliado”

El Canto del Alma Errante entona una melodía, un lamento melancólico que se adentra en las profundidades de mi ser, luchando con tenaz resolución por emerger entre las brumas del olvido. Porque partir es como romper el alma en dos, dejando jirones ensangrentados de uno mismo que anhelan, cual aves sin nido, retornar a la tierra que los vio nacer.

El arriero de la nostalgia carga pesadamente sus fardos sobre mis hombros con cada nuevo día que transcurre lejos de mi tierra natal. Un bagaje invisible pero omnipresente que talla profundas cicatrices de ausencia en mi espíritu al emprender los fangosos caminos del exilio.

Si bien he logrado erigir un nuevo hogar sobre los cimientos de esfuerzo y perseverancia, esa otra mitad de mi esencia permanece anclada con firmeza en las raíces que me vieron nacer. Un lamento ancestral que resuena en la noche, invocando los aromas, las cadencias, los matices y sabores que conforman el entramado de mi ser más íntimo. 

La añoranza por mi terruño florece inexorablemente en cada fibra de mi ser, como una rosa silvestre que impregna mi alma con su delicado perfume. Ya sea en la vigilia de mis desvelos o en la nebulosa de los sueños, la patria abandonada se eleva con gracia sublime como brújula que orienta mis pasos, por más intrincados que sean los laberintos que deba transitar.

Su recuerdo indeleble es un faro guía que enciende sus destellos en la noche más oscura del desarraigo. Y sin embargo, en las noches ensoñadas donde mi alma se permite revolotear, retorno al regazo materno de mi tierra. Sus aromas trepan como enredaderas por las sendas de mi ser y sus colores vívidos se desbordan en mi mente en un estallido de vida. Es una visita efímera pero sanadora, un bálsamo que mitiga las heridas de mi destierro.

Pues aunque las llagas de la ausencia supuran a raudales, no hay aliciente más eficaz que reavivar aquellas memorias que pueblan mi alma de hogares añorados, de imágenes y sabores en las que pueda reconocerme a mí mismo. En esos instantes, la distancia se desdibuja y retorno al regazo fecundo que alumbró mi existir.

Más la melancolía es una sirena pérfida que entona su canto engañoso tentándome a emprender la ansiada vuelta al edén de antaño. Porque nada permanece inmutable, el tiempo es un artífice implacable que ha destrozado con su inclemente cincel aquello que un día constituyó mi felicidad. En vano intentaría reavivar las llamas de los amores extintos o resucitar los sueños que hace mucho se apagaron. Las naves del ayer han partido rumbo al infinito olvido y nuevos mares de experiencias aguardan por ser explorados.

La vida es ese río de cambios y renovaciones constantes que no cesa su fluir. Abrazar la evolución, asumir el crecimiento, aprender a dejar atrás y avanzar con paso firme, esa es la esencia para conservar la ilusión y la esperanza intactas. Así que no regresaré al perdido edén que fue mi hogar, aunque lo conserve impoluto en las moradas de mi corazón, un recuerdo al que acudir en los momentos de añoranza.

He quemado las naves del pasado y zarpado hacia nuevos rumbos con renovada ilusión. Otros senderos aguardan por ser transitados, otros parajes esperan mi mirada descubridora y nuevos seres con los que tal vez logre entretejer mis propios jirones de felicidad. Porque la vida es esa danza eterna de cambios y reencuentros.

Sé que mi camino es sinuoso, erizado de espinas y lodazales que amenazan con hundir mis pasos más de una vez. Pero la llama de la esperanza arde con fuerza sobrehumana en mi pecho, alumbrando la senda con su brillante pureza. Es la antorcha que guía mis andares hacia esa aurora remota que atisbo en el horizonte brumoso.

Un nuevo amanecer me aguarda al final del periplo, un renacer límpido y radiante. Una vida donde la dignidad no sea un privilegio sino un derecho innato. Un mañana de plenitud en armonía con los míos, cobijados bajo el amparo de la justicia y la concordia. Por esa quimera he emprendido la senda del éxodo, dejando atrás las ruinas de un ayer que me negaba la sacra condición de ser humano.
*



Comentarios

Mas leidos

No 52 “El Eclipse del Amor Eterno”

No. 1 "Reflexiones de Vida y Libertad Interior: Encontrando Paz en el Mundo Moderno"

48 Poema del perdón

*No 57 “La quietud en el torbellino: El verdadero potencial del ser”

No 60 “Cicatrices del Alma”

72 "La Revolución de la Edad: Hombres y Mujeres en Plenitud"